La prescripción de la responsabilidad civil en tráfico | Parrilla Abogados

La prescripción en accidente de tráfico I: ¿Cuándo prescribe la responsabilidad civil?

La prescripción en accidente de tráfico I: ¿Cuándo prescribe la responsabilidad civil?

La prescripción es una figura jurídica que hay que tener en cuenta en cualquier procedimiento que implique una reclamación, una denuncia o una demanda. Ya que respetar los plazos para ejercer dicha reclamación es condición imprescindible para que esta prospere. Y es que, según el hecho, desde los menos graves hasta los más serios, hay un período de tiempo que no puede rebasarse para que la responsabilidad del autor, ya sea civil o penal, no se considere extinta.

La prescripción de la responsabilidad civil en accidentes de tráfico

Un accidente de tráfico puede desencadenar una responsabilidad penal para el causante del accidente si supone la comisión de un delito. El Código Penal establece las reglas de prescripción de los distintos tipos de delito, que pueden ir desde un año hasta treinta años, dependiendo la gravedad del delito. Ya que, aunque la pena es necesaria para el mantenimiento del orden jurídico, se considera que pasado un plazo de tiempo ya no puede cumplir su finalidad de prevención, e incluso puede ser contraria a su función de resocialización.

En el caso de los accidentes con grandes lesionados y fallecidos, uno de los aspectos que se estudia es siempre si hay una posible responsabilidad penal del causante del accidente. Pero la mayoría de accidentes de tráfico no suponen la comisión de un delito ni conllevan responsabilidad penal. Es la responsabilidad civil, por el contrario, la que interviene en todos los casos, pues la víctima de un accidente causado por otro conductor, tiene derecho a reclamar tanto la reparación de los daños como la posible indemnización por las lesiones sufridas.

En los casos de tráfico, la responsabilidad civil se refiere a la obligación de reparar las consecuencias lesivas para los derechos e intereses de otra persona, causados ya sea por culpa o negligencia. Es decir, reparar los daños y lesiones que sufre otra persona, aunque sea por imprudencia. Es, por lo tanto, la persona que causa el accidente sobre la que recae la responsabilidad civil. Responsabilidad civil que queda cubierta por las compañías aseguradoras con los límites establecidos en las pólizas.

¿Cuándo prescribe la responsabilidad civil en accidentes de tráfico?

En lo que respecta a los accidentes de tráfico encontramos dos modalidades de responsabilidad civil. Una contractual, que es la relativa a lo contratado en las pólizas de seguros, y otra extracontractual, que es la responsabilidad civil habitual que obliga a quien cause un daño a reparar el daño causado.

Para estos supuestos, el Código Civil establece que el plazo para la prescripción de la responsabilidad civil y para exigir la reparación del daño por parte del agraviado es de un año.

¿Qué significa que esta responsabilidad prescribe al año?

Así lo establece el Código Civil, pero es muy importante saber a partir de qué momento empieza a contabilizarse ese tiempo, para saber cuándo se produce exactamente la prescripción. Y es que el plazo de prescripción por accidente de tráfico no comienza a contarse desde el día del siniestro, sino desde el día en el que pueden valorarse las lesiones, que son al fin y al cabo el daño sufrido por la víctima y el que la responsabilidad civil debe reparar. Será entonces cuando se haya producido el alta médica y estabilizado las lesiones, cuando podamos valorar el daño sufrido como consecuencia del accidente. No será hasta ese día cuando comience a correr el tiempo hasta la prescripción.

Además, es importante saber que el plazo de prescripción por accidente de tráfico se puede ver interrumpido. Quedará interrumpido, por ejemplo, por la reclamación extrajudicial. Es decir, por la reclamación a la aseguradora. En este otro post, detallados los supuestos que pueden producir la interrupción de la prescripción de la responsabilidad civil.

Por todo ello es sumamente importante contactar con especialistas en reclamaciones por daños y perjuicios. Porque hay que recordar que, en Derecho, la forma es tan importante como el fondo, y respetar y conocer los plazos es imprescindible para lograr el resultado deseado.

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